Sonrisa herida, sangre antigua,
paso poblado de caídas.
El amor lleva dolor
provocado por la daga del deseo
sentenciado a ser líquido
a diluirse hasta la muerte.
Por temor al extraño
el ahora, vale sin sueños
embarazados de un mañana.
Vale la satisfacción de digerirnos
atrapados en lagos de locura
y soborear entre dientes
ese segundo
que provoca saciedad.
El horno, donde viscoso se cuecen
los tiempos modernos
la irrefrenable hoguera que calcina valores
termina licuando el amar y ser amados
la posesión del otro
para acariciar e integrar una vida.
Lega la plataforma perfecta
para nuestra soledad e individualismo
viviendo juntos, separados,
días... tal vez noches
de sexo sin compromiso.
Definitivamente, sin ti amor amigo
sin ti...
(basado en textos de
Zygmunt Bauman: Amor Líquido)
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