Ya habrás notado
que pasos estamos dando.
Aquellos
que un día, al tiempo estanco robamos
y que nunca
nos atrevimos a usar.
Por fin decidimos
dejar a la vera del camino
la cautela
el peso doloroso del ayer.
Por fin marchamos de la mano tu y yo
comprometidos
confiando los dos.
Por primera vez hallamos
algo sencillo para acordar.
Acuerdo, que la sangre adormecida moverá.
Estamos despertando bajo un mismo sol
con calor que abriga y no agobia
un mundo nuevo
que protege y contiene.
Cuando llegue el ocaso percibiremos que nuestras pisadas
dejaron huellas de paz.
.
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