En mis ojos hay desgarro de plumas negras,
sombras,
que no son de orquídeas.
Trasnochadas chispas sin luz amarran.
Duelen,
como viscerales cordones
que atan el rocío amargo a mi boca,
amor rancio en la noche,
grito de cuervo nocturno.
Mi corazón,
no siente.
.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario