Fuerte o despacio puedes reír,
tus carcajadas como pájaros volar
o insinuarse en tus labios
entre tristeza y alegría
línea de frontera.
Pero cruzarla es distinto.
Deberás llegar a tu alma desnuda.
La verdadera,
es difícil de sentir.
Si lo intentas,
notarás el cambio en las venas.
La sangre diferente fluirá
provocando tu rostro
otro semblante, uno...
contagioso.
Esa armonía entre tu y el mundo
te vestirá de naturaleza
y permeable podrás cobijar
de los rayos del sol,
la última luz de luna.
No olvides sentirla de cara al viento.
Esa alegría natural, la de adentro
es la que vale la pena.
.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario